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Magnus Carlsen revalidó su título de Campeón del Mundo de Ajedrez el pasado 30 de noviembre. La noticia, lejos de quedar apartada a un corto escondido al final de los diarios saltó a las primeras páginas y estuvo entre las novedades más leídas y comentadas de las ediciones digitales.
Hasta el siglo XV el ajedrez había sido básicamente un pasatiempo para las clases altas; además de esto, los juegos tendían a ser realmente largos ya que la reina y el alfil tenían movimientos limitados a pocos cuadros. El cambio de estas piezas convirtió el ajedrez en algo considerablemente más complejo y estratégico, una genuina competición intelectual. Ya ganó en la última edición, de hecho, ante el pasmo de muchos.
Maravillas Artísticas
Las ediciones pretendían dar movilidad a las piezas para hacer más ágil las aperturas y potenciar su relevancia. Los peones ganaron la posibilidad de seguir dos casillas desde la posición original, y el alfil pasaba a desplazarse de forma oblicua a lo largo de las casillas del color en que se encontraba. Todos se vieron seducidos por un juego que se erige en metáfora de la guerra.
Además, es entretenido, saludable y puede practicarlo personas de todas las edades. Jamás es tarde para aprender a divertirse, sobre todo por los numerosos provecho que aporta. El primero de ellos fue el alemán Emanuel Lasker, que lograría derrotarle seis años antes, transformándose en el segundo campeón de todo el mundo.
La Historia Del Ajedrez, Un Juego Milenario
Entre los siglos XVII y XIX, con la Ilustración y la emancipación del pensamiento, el ajedrez se consolida como el juego predilecto de los intelectuales. A inicios del XVIII, la escena ajedrecística está dominada por Francia e Inglaterra, donde empiezan a surgir enormes players. A fines del siglo XV las reglas del ajedrez experimentarían cambios que lo acercarían al juego que conocemos.
Otros tres proceden de la década de los setenta, Kramnik (actual número 2, 1975), su archienemigo Topalov y Svidler . Tres de ellos están disputando ahora el torneo de Candidatos en Moscú, en un único grupo de ocho elegidos. Cuando los ordenadores permiten crear grandes profesores adolescentes con una facilidad nunca en la historia, los veteranos aguantan el empuje de los jóvenes mejor que jamás.
El problema de las n reinas rivales se propuso por vez primera en 1869. El juego consiste en ponerlas en un tablero sin que se ataquen entre sí.
Javier Ochoa, de hoy presidente de la Federación Española de Ajedrez, fue subcampeón de España en 1993. “Numerosos estudios demostraron las ventajas del ajedrez, desde la optimización del rendimiento escolar de los niños hasta la prevención del Alzhéimer en mayores”. De ahí que cree que el software Ajedrez en la Escuela recomendado por el Parlamento Europeo asistiría mucho al avance intelectual de los jóvenes españoles”. Por otra parte, como el ajedrez pide una enorme concentración, mejora el nivel de atención de quien lo ejerce.
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El estilo de la campeona de España Ana Matnadze recuerda por su resolución al del enorme Capablanca, aunque bebe de más influencias. En su opinión, la incorporación del ajedrez a los planes de estudio asistiría a proponer algunos cambios importantes en la disciplina. “Por ejemplo, que el ajedrez sea admitido como deporte olímpico o que las mujeres logren competir contra los hombres en igualdad de condiciones en todos los campeonatos de todo el mundo”.
Uno de los hitos de la historia del ajedrez tendría sitio en 1972, en Reikiavik, la capital islandesa. Allí se celebró, durante seis meses y con un despliegue de medios sin precedentes, el campeonato del mundo que encaró a Fischer y a Spaski, o lo que es lo mismo, a USA y a la Unión Soviética. Tras veintiuna partidas de infarto, Fischer se proclama campeón dejando a los soviéticos con la moral muy tocada en medio de una Guerra Fría. Pero la pieza que más vio cambiada su función fue la reina, o dama, que de escasamente útil pasó a ser la más poderosa del tablero, puesto que unía los movimientos de la torre y de ambos alfiles.