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Un día antes de cumplirse los seis meses de campeonato, el presidente de la FIDE, Florencio Campomanes, por miedo a que el match termine en una prueba de resistencia física, decide suspender el match, declarándolo sin vencedor. La novedad fue un escándalo mundial, que terminó trascendiendo al plano político.
Me entero de que desde hace poco vive en España, en la Costa Blanca, con su mujer y su hijo. Me pongo en contacto con él y descubro a un tipo educado, culto, apasionado de la literatura, de la poesía de Boris Grebenshikov y las películas de González Iñárritu. «Las finales perdidas de 2014 y 2016 son los dos peores días de mi vida», confiesa. Pienso en que en este momento Vitiugov juega bajo la bandera de la FIDE y en que, a sus 35 años, aún tiene un magnífico futuro por enfrente.
Una Ventana Abierta Al Mundo Político Y Social
Rusia es menos que una democracia de baja intensidad como las establecidas en Occidente (“intensidad reducida”, por la contradicción esencial entre capitalismo y democracia). Su régimen es una coalición burocrático-oligárquica ni siquiera con la capacidad de someterse a unas elecciones creíbles, algo que con todos los defectos sí ha sucedido en Ucrania en distintas oportunidades.
Según el periodista Leontxo García, “representa las fuerzas de la naturaleza volcadas sobre un tablero”, un ganador nato que lucha por la victoria hasta el fin. Un jugador con pasión, caracterizado por jugar con bastante riesgo, aun en competiciones a nivel magistral. Pero lo destacado es su enorme técnica, y, exactamente la misma Kárpov, su facilidad para entender las posiciones.
Notas Sobre Ajedrez Soviético
El título de vencedor de todo el mundo no volvió a ser un motivo de orgullo nacional. Serguéi Kariakin estuvo muy cerca de recuperar la gloria perdida en 2016, pero el noruego Magnus Carlsen probó, en un desempate fenomenal, por qué razón es el Mozart del ajedrez. En diciembre de 2021, Ian Nepomniachtchi, la enorme esperanza rusa, también cedió frente Carlsen, esta vez de manera aplastante.
Por lo tanto, la práctica del ajedrez no era cosa simple la Rusia zarista, no habiendo además varios torneos en los que jugar. La partida entrePutiny la UE-EEUU-OTAN sobre el tablero de Ucrania no va bien para los intereses de Occidente. Los players europeos cambian felizmente alfiles por peones laterales pensando que así se ganan las partidas. Un jugador de nivel solo sacrifica una pieza esencial si está convencido de obtener una ventaja importante más adelante.
El ajedrez fue tomado como un proyecto de prestigio, en el que todos debían trabajar unidos para llevarlo a cabo. Era, además de esto, una manera de demostrar con el tablero la validez del materialismo dialéctico como concepción de todo el mundo, aspecto del ajedrez que por fundamentos de espacio no podemos emprender en el presente artículo. Pero las palabras de Nikolai Krylenko, comisario del pueblo para temas militares, para quien el ajedrez era “una expresión de los modos marxistas de pensamiento”, son ilustrativas a este respecto.
La contribución de Chigorin al ajedrez soviético sería recordada más tarde en 1958, en el momento en que se emitió en la Unión Soviética un sello conmemorativo de este jugador. La historia del patriota Karjakin condensa la relevancia del ajedrez para el Kremlin y de qué manera la invasión ha sacudido el tablero del ajedrez mundial.
Deportes
Antes de la guerra civil, los propios sindicatos ahora organizaban un pequeño torneo en la República Soviética de Transcaucasia. Después, en plena guerra civil, Iliin-Genevski organizó la primera olimpiada de ajedrez de la RSFS de Rusia en el mes de octubre de 1920.
2.- Zelensky está probando enorme valor sosteniendo como puede una guerra que va a perder pese a todos y cada uno de los anuncios en contra de quienes intoxican y le animan diciendo lo contrario. Hay que rememorar que las únicas fuentes de noticias del conflicto son las de los buenos en tanto que todas las agencias, espacios en redes, y también internet, prensa, radio y televisión rusas están bloqueadas por la democracia OTAN. Aun han contraindicado competir a deportistas rusos en competiciones de todo el mundo, algo inaudito.